
Muchos de nosotros, por cuestiones de edad somos seguidores de Pink Floyd a partir de los años 80 con la particularidad de que nuestros primeros conciertos que hemos podido presenciar ha sido a partir de la gira A Momentary Lapse Reason Of Tour.
Lejos quedaban esas grabaciones, la mayoría piratas de los primeros años de la carrera de Pink Floyd recuperadas algunas en el cercano lanzamiento The Pink Floyd Early Years 1965-1972, pero sin haber podido presenciar en directo ninguna de esas actuaciones.
Nick Mason lo ha logrado, eso sí, por supuesto que no es Pink Floyd, pero quien es hoy en día Pink Floyd?
De cierta manera ha hecho lo mismo que sus compañeros de banda, Roger Waters y David Gilmour, acompañarse de músicos de acompañamiento, mejores o peores y salir de gira.
No es una gira, solo cuatro conciertos que ofrecerá en Londres, pero que un rumor que se extienda a partir de septiembre en Europa.
Ayer tuvimos la oportunidad de presenciar uno de estos cuatro conciertos, el primero que ofrecía en The Half Moon, un coqueto pub situado en la zona de Putney Bridges de Londres con un pequeño salón para ofrecer conciertos con un aforo aproximado de 220 espectadores.

Nada más llegar encontramos a Barrie Knight, seguridad de Pink Floyd y de las últimas giras de David Gilmour, por lo que de pronto tuvimos una alegría al imaginarnos que David podría estar esa noche como invitado, pero el bueno de Barrie nos bajó rápidamente de nuestra ilusión al decirnos que no.
Mientras saboreábamos una deliciosa pinta Peroni, que no fue la única de la noche, escuchábamos a través de una puerta como Nick Mason estaba ensayando con la banda, viéndolo cuando habrían la puerta al entrar o salir alguien, como podéis ver en esta foto a José Abellán, director del fanzine Animals Pink Floyd Magazine que me acompañó en este viaje, mención aparte también para Cesar de Madrid, que fue muy agradable conocerlo.
Era emocionante estar sentado tomando una pinta mientras Nick estaba a unos metros de ti ensayando.

Cuando faltaba menos de media hora para las ocho, nos colocaron una cinta amarilla en la mano para poder y salir de la sala donde se ofrecería el concierto, por lo que a las ocho abrieron las puertas, colocándonos en primera línea del minúsculo escenario de esta sala para apenas más de 200 personas.
El concierto empezó a las nueve, por lo que fue una hora de espera de pie que se hizo larga, mientras se escuchaba de fondo, lo que me pareció ser la banda sonora de The Committee, donde Pink Floyd realizó música.