15 JUNIO 2008
CADOGAN HALL (LONDRES)
JUAN DE DIOS VALDES - ELCHE (ALICANTE)
Es Lulubelle III?
Estamos en el distrito de Chelsea, en pleno corazón de Londres.
Las calles están impregnadas de propaganda y carteles del Chelsea Festival, que fue inaugurado ayer.
Una alegre vaca campa a sus anchas en un pequeño parque, pero sólo es un icono, la figura representativa del festival.
Por un momento la mente me jugó una mala pasada, nuestro querido bovino supongo hará años que descansará en paz.
Estamos en Cadogan Hall.
Cadogan Hall es un edificio pequeño, acogedor, fue construido en 1907 para albergar a la "Church of Christi, Scientist".
Hoy en día tiene como orquesta residente a "The Royal Philharmonic Orchestra", está ubicado muy cerca de la estación de metro de Sloane Square.
Debido a sus dimensiones, solo hay una puerta de entrada en su fachada principal y otra en la parte posterior, por lo cual es fácil ver a los artistas en su ir y venir, ya que no dispone de mas accesos.
Entramos, hay un vestíbulo con una pequeña recepción, y un par de barras donde puedes tomar champagne o cerveza.
Nuestra amiga Lulubelle III también esta aquí instalada, no sabemos si es la vista anteriormente u otra.
Se respira un ambiente floydiano, con gente de diferentes edades, algunos con camisas Floyd, otros de David Gilmour y otros, con unas camisetas totalmente desteñidas por el paso del tiempo, con la figura de la vaca mencionada anteriormente famosa por ser la portada del vinilo que es la pieza principal del concierto al que vamos a asistir.
Atom Heart Mother forma parte de la programación del Chelsea Festival, que se realiza entre el 14 y 27 de junio, abarca distintos géneros como música, danza, comedia, etc.
No todas las actuaciones están comprendidas en el Cadogan Hall, estas actividades también se realizan en otros puntos.
Se respira un ambiente de glamour diferente a otros conciertos, es algo más personal, al alcance de unos pocos.
Cadogan Hall, tiene capacidad para 900 personas, al ser un lugar reducido no dispone de zona vip, ni zonas reservadas, estamos todos juntos, no hay distinción entre los artistas y los fans, puedes estar tomando una cerveza y tener a tu lado alguien conocido.
Y en efecto, así es. Estoy junto a Storm Thorgerson, que esta sentado junto a mi, se aprecia su enfermedad, se apoya en un bastón para poder caminar.
Sin muchas ganas acepta hacerse una foto conmigo.
También me parece divisar un poco más adelante a Guy Pratt, aunque no lo se con certeza.
Ver a toda esta gente, en cierta forma inalcanzables para nosotros, con esa naturalidad, produce un bienestar interno, que nunca había sentido en ningún concierto a los que he asistido anteriormente.
Faltan diez minutos para las siete, la hora del comienzo.
Entramos al auditorio, hay un lleno absoluto.
Observo unas butacas vacías en la parte central. Más adelante las ocuparan sus dueños.
La corrección de los espectadores fue máxima durante todo el concierto.
Nos situamos en nuestros respectivos asientos, estoy en la parte superior del auditorio, en una esquina casi encima del escenario.
Este es como un altar de madera. Los asientos son taburetes largos también de madera, numerados, da la sensación de estar en una pequeña abadía.
Aparece un presentador, ataviado con un sombrero alto con lunares de color negro y blanco, hace una breve charla y empiezan a sonar los primeros acordes.
Esta primera parte, es esencialmente de fragmentos de la obra de Ron Geesin, que interpreta al piano y al banjo.
Lo acompañan:
Caroline Dale, al celo.
The Royal College Of Music Brass Ensemble.
The Canticum Chorus con Mark Forkgen.
Curioso personaje el señor Geesin: había leído declaraciones suyas del pasado apuntándose el tanto de la creación de "Atom Heart Mother", como si los Floyd se hubieran aprovechado de su talento y solo colaborasen firmando como coautores de la obra.
Pero después de escuchar esta primera parte, parece que toda la melodía y creatividad se la dejó en la suite, pues no ofreció ni la mas ligera melodía o algo que reseñar.
Si después de casi 40 años esto es lo mejor que ha escrito, deja mucho que desear.
Llegamos al descanso, la predisposición nuestra cambia de ánimo.
Vamos a presenciar lo que todo el mundo esta deseando, la aparición estelar de Sir David Jon Gilmour en esta segunda parte interpretando la suite.
El día anterior también se realizó el mismo concierto a cargo de Ron Geesin, pero sin la ayuda de Gilmour.
Dan el último aviso y volvernos a sentarnos en nuestro lugar.
Por la parte lateral del escenario, aparece una mujer morena vestida de rojo, acompañada de unos niños pequeños.
Si, es Polly Samson con sus hijos, supongo que habréis adivinado donde ha ido a sentarse.
Geesin hace un previo de como se grabó la suite, va explicando el proceso de la grabación, mientras sus palabras son acompañadas en una pantalla, por imágenes de los Floyd y de él mismo en los estudios Abbey Road.
Surge la primera ovación atronadora de la noche. David Gilmour aparece como de la nada y se coloca un poco mas a la parte izquierda del escenario.
Está a menos de diez metros, mi visión es extraordinaria, aunque por mi posicion lateral prácticamente no puedo apreciar a los músicos de la sección de viento, no importa nada.
En esta parte, hacen presencia el grupo cover italiano Mun Floyd que consta de cuatro componentes, aparte de los músicos anteriormente mencionados y Geesin al piano.
Oscurece todo un poco, sale un ligero humo, Gilmour se enfunda su Fender Stratocaster negra levanta la mirada, se queda mirando la pantalla y empieza esa maravillosa suite.
"Father's Shout" suena con sus orquestaciones y mezcla de sonido eléctrico.
En "Breast Milky", Caroline Dale hace su aportación mas notable en el concierto, la parte mas melodiosa, haciendo la entrada David con su Lap Steel blanca, es un placer tenerlo tan cerca, ver cada movimiento de su mano, cada gesto.
Ahora la parte coral "Mother Fore" a cargo de Canticum Chorus.
Soberbio, majestuoso, creando ese clima casi celestial, hasta la entrada de la batería.
David acompaña haciendo unos ligeros acordes.
Suena "Funky Dung" y la guitarra de David gimotea como en el pasado... es el momento principal de su presencia.
Nos hace vibrar con su estilo... su carisma... sus acordes.
Grande David.
"Mind Your Throats Please" con esos cánticos que parecen evocar alguna tribu aborigen.
"Remergence" parece un poco mas acortado que en el original tratando de reencontrar la melodía perdida.
Cabe destacar que Geesin durante esta parte, abre el piano y empieza a tocar piezas por dentro, como en una grabación pirata que circula por internet, creo que se llama "The Room Pink", Richard Wright realiza la misma labor.
Y por fin termina con "Remergence", evocando las melodías antes escuchadas.
No hay variación significativa en la suite, simplemente alguna parte mas recreada.
Suena la segunda gran ovación de la noche, David saluda al público, se funde en un abrazo con Ron y algunos componentes de Mun Floyd, que parece no se creen todavía con quien están actuando, a mi lado estaban sentados sus familiares, la sonrisa en sus rostros delataba su alegría.
Para finalizar hacen el bis de "Remergence".
No se puede hacer un análisis técnico, ya que no ha surgido ningún problema de sonido, ni fallo por destacar.
Tampoco me puedo pronunciar en lo personal, es seguro que cada uno al escuchar la suite, en su interior le sugiere algo diferente.
Han estado todos a un buen nivel, desde los Mun Floyd, precisos, sin grandes alardes, hasta Caroline Dale, con la dulzura que sabe sacar a su instrumento.
David se despide ya del público y desaparece, dejando los aplausos para todos los otros interpretes, al fin y al cabo los protagonistas son ellos, David simplemente es un invitado.
Polly al unísono también abandona su lugar.
Nosotros lo hacemos a continuación, salimos a la calle esperando tener la suerte que no tuvimos al principio. Aparecen los Mun Floyd, Geesin, pero no David... seguramente ya esta lejos de estos lares.
Geesin se da un baño de multitudes firmando autógrafos y haciéndose fotos con todo el que se lo pide, parece que disfruta, ha firmado más autógrafos hoy, que en toda su vida.
Cualquier artista se molesta por ello, pero Ron, todavía se queda a la puerta esperando que aparezca alguien más. Como he dicho anteriormente, curioso personaje.
Por supuesto me acerco a que me firme el programa del festival que termino de comprar (no sea cosa que se enoje).
Veo a Phil Taylor, el técnico que acompaña casi media vida a David Gilmour, ha escrito recientemente el libro "The Black Strat" y consigo hacerme una foto con él.
En definitiva un día para recordar en la vida, no por la calidad del concierto, ya que prácticamente lo que nos interesaba duró 25 minutos, sino por el sentimiento vivido al presenciar algo que difícilmente se repetirá, algo impensable de imaginar: poder escuchar interpretando en directo a David Gilmour o a los Floyd, una pieza olvidada en su repertorio musical desde sus colaboraciones con Roland Petit, a principios de los años 70.