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OPINIONES ROGER WATERS US + THEM TOUR

Foto Ruta Floyd

 

PALAU SANT JORDI - BARCELONA - ESPAÑA

13 ABRIL 2018

 

JUAN DE DIOS VALDES - ELCHE (ALICANTE)

 

El viernes 13 y ante un aforo sobre el 80 %, con un retraso de unos veinte minutos, el escenario formado por una gran pantalla LED, los primeros sonidos de Speak To Me hicieron aparición para continuar con Breathe con la voz de Jonathan Wilson.

Seguidamente la instrumental One These Days con una gran fuerza para terminaba acompañada de los primeros Tic-Tac de la canción Time con una nueva introducción de percusión a cargo del nuevo batería de esta gira Us + Them, Joey Waronker.

The Great Gig In The Sky también dispone de una controvertida versión del dúo femenino Jess Wolfe & Holly Laessig, con detractores y a su favor, en mi opinión personal era de mi agrado.

Y uno de los platos fuertes del concierto, Welcome To The Machine, en una interpretación asombrosa, con una gran fuerza que dejaba su paso a cuatro canciones de su último álbum Is This The Life We Really Want? que quizás fue el momento que debido a que para muchos eran canciones desconocidas, el público estuvo un poco más desconectado, When We Were Young, Déjà Vu, The Last Refugee y  Picture That.

El momento melancólico de Wish You Where Here con su recuerdo a Syd Barrett también tuvo su presencia.

Y la primera parte del concierto tuvo su final con The Happiest Days Of Our Lives, Another Brick In the Wall Part 2 y Another Brick In the Wall Part 3 con un grupo de adolescentes enfundados con unos monos naranjas para después desprenderse de ellos para enseñar unas camisas negras con la palabra Resist.

Una gran primera parte tras la cual Waters anuncia unos minutos de descanso para empezar lo que para muchos, es lo más espectacular del concierto.

De la parte central del pabellón bajan unas pantallas creando la antigua central eléctrica a la orilla del Tamesis, Battersea Power Station, portado del álbum publicado en 1977, Animals.

Dogs es la canción que abre la segunda parte con la voz otra vez de Jonathan Wilson con una gran interpretación de Dave Kilminster a la guitarra, con una parodia en la parte central instrumental de la canción con Waters y sus músicos sentándose a una mesa con unas caretas de cerdo.

 Y ahora mi momento preferido, Pigs (Three Different Ones) con un ataque directo a Donald Trump ridiculizándolo con imágenes incluso vestido de travesti con el solo final apoteósico de guitarra por Kilminster.

Algie también hizo su aparición volando por la cabeza de todos nosotros.

Money y Us And Them como en el álbum The Dark Side Of The Moon sonaron juntas para continuar con el nuevo tema Smell The Roses.

Brain Damage y Eclipse imitando a Money y Us And Them también se escucharon unidos como en el álbum original con la construcción de una gran pirámide luminosa con un juego espectaculo de luces arco iris.

Después de esto, Waters tuvo unas palabras de agradecimiento con el público e hizo referencia a los problemas políticos y de guerra vigentes en el mundo para interpretar a continuación Mother.

Comfortably Numb cerró este gran concierto bajando Waters del escenario para saludar a los asistentes vip de primera fila, mientras Kilminster nos maravillaba con el quizás mejor solo de guitarra de la historia.

Sobre las impresiones del concierto, reflejar la calidad del sonido, aunque hubo momentos daba la impresión existiera una variación de sonido, como si se escuchara en algunos momentos con menos sonido y en algunas zonas nos comentaron no se escuchaba todo lo bien que debería escucharse, aunque nos comentaron que el segundo día es sonido estuvo superior.

Y Waters, a sus 75 años, demostró una gran forma física desplazándose todo el concierto de un lateral a otro, con una gran entrega como si fuera un músico empezara su carrera musical.

Esta casi nueva banda con la excepción de David Kilminster y Jon Carin que le está apoyando desde el año pasado en su nueva gira, realmente actuaron muy bien, soprendiéndome el nuevo batería de entre todos.

Foto Ruta Floyd

 

WIZINK CENTER - MADRID - ESPAÑA

24 MAYO 2018

 

ALEJANDRO CABANILLAS - AZUAGA (BADAJOZ)

 

Tras haber asistido a tres conciertos de Roger Waters, uno está curado de espanto y sabe que lo que se va a encontrar es un espectáculo de dimensiones descomunales, aderezado por una música que, por más conocida que sea siempre fascina, y que interpretan unos músicos de calidad superior. Eso sí, todo está milimetrado y no hay espacio para la improvisación o la sorpresa: nada se sale del guión, por lo que si eres de los que espera una vuelta a los orígenes de Pink Floyd o largos y progresivos devaneos instrumentales, mejor no gastes dinero en estos conciertos. No se trata de resucitar a Pink Floyd (ojalá), sino más bien de conservar su legado y rendirle tributo, una palabra que, por desgracia, se asocia al Rock con demasiada frecuencia los últimos años.

Por circunstancias que no viene al caso explicar me tocó disfrutar del concierto sentado, a la americana que digo yo, cuando a mí lo que me gusta es bajar a la arena y moverme de un sitio a otro y mezclarme con la gente, pero como no hay mal que por bien no venga, esto me permitió fijarme más en los detalles del escenario e imbuirme algo más en las interpretaciones que cuando estás abajo, sudando y, en ocasiones charlando con el de al lado. Lo malo fue que estábamos situados en un sitio tan centrado que, al desplegarse la Battersea en perpendicular al escenario nos perdimos parte de la grandiosidad del efecto, pero bueno, no se puede tener todo…

Lo primero de todo es destacar la buena forma en que se encuentra Waters a su 75 años: no para de moverse por el escenario, absolutamente implicado, apasionado, y con una voz que ha conservado bastante de su garra y furia juvenil, aquella que se desgarraba en los aullidos de Eugene o en las frases más provocadoras de Dogs. La banda que le acompaña es de lujo y entre ellos destacan los habituales de otras giras del entorno Floyd, el teclista Jon Carin y el guitarrista Dave Kilminster, y a los que hay que añadir el otro guitarrista Jonathan Wilson, el batería Joey Waronker y varios músicos más de apoyo en coros y vientos diversos.

En cuanto al lugar del concierto, el que para mí siempre será el Palacio de los Deportes, ahora rebautizado como Wizink Center, pues es un sitio un tanto inhóspito para el tipo de conciertos que yo prefiero, con menos aforo, pero entiendo que para un espectáculo de estas características es quizá el lugar más indicado y donde se puede hacer caja a lo grande, algo que es también inherente al tamaño del espectáculo, ya que de otro modo seguramente no sería viable económicamente. Dejémoslo en correcto y, por descontado, carísimo en cuanto a bebida (o sea, birra) y comida se refiere.

El sonido, pues sí, espectacular y atronador, y ahora es donde me quejo de nuevo por no haber estado abajo, en la arena, que es donde de verdad las vibraciones hacen que te retumbe el interior del cuerpo. Arriba, desde donde estábamos, no se aprecia tan bien la sacudida de los bafles, pero bueno, también se sintió la potencia decibélica que lleva Roger en su gira y que no es poca cosa.

Por descontado, la enorme pantalla LED, los juegos de luces, y los vídeos fueron espectaculares, sobre todo cuando, con Dogs sonando, se despliega una impresionante maqueta de la Battersea (que echa humo y todo) sobre la que se proyectan los videos y las luces: espectacular. Además también pudimos ver a Algie en plena forma y tan volantón como de costumbre.

Y ahora llegamos al punto fundamental, esto es, la música. No me voy a parar en describir cada canción pues ya las conocemos todos y de sobra sabemos que en estas giras lo que se pretende es recuperar los grandes temas de Pink Floyd, con un olvido, eso sí, absoluto de lo sucedido antes de The Dark Side of the Moon; algo que está remediando Nick Mason en una mini gira por pequeños locales británicos en los que está resucitando temas de la primera época de Pink Floyd y que ojalá amplíe a otros países y que que incluya España.

En definitiva, un repaso de temazos como Breathe, One of These Days, Time, The Great Gig in the Sky, Welcome to the Machine,  Wish You Were Here, Dogs, Pigs (Three Different Ones), Money, Us And Them, Eclipse, Mother o la imprescindible Comfortably Numb, entre otras, que hicieron las delicias de los allí presentes. También desgranó algunas de las canciones de su nuevo disco, Is This The Life We Really Want?, como The Last Refugee, Smell the Roses o Picture That, que, a mí al menos, me sonaron estupendamente (será porque tengo bastante trabajado el disco), aunque se notaba la bajona del público cuando llegaban esas partes menos reconocibles. Una cosa que me mosquea bastante es que haya dejado de lado, una vez más, los temas de The Final Cut, tan suyo y que a mí me gusta tanto.

Punto y aparte para los mensajes de alto contenido político y las críticas directas a Donald Trump (hubo un momento durante Pigs (Three Different Ones) en que apareció en castellano el mensaje ‘Trump eres un cerdo’, con el que estoy plenamente de acuerdo) que trufaron todo el concierto, algo que tampoco puede sorprender a los seguidores de la trayectoria de Roger Waters y Pink Foyd, una banda siempre comprometida arriba y abajo de los escenarios y que tuvo en Roger a su politólogo e ideólogo de cabecera.

Para concluir os diré que asistí a un gran concierto, sí, pero demasiado encorsetado y milimetrado: un espectáculo circense en el que la música de Pink Floyd es la gran protagonista y todo sucede sin sorpresas y satisfactoriamente.

Foto Ruta Floyd

 

WIZINK CENTER - MADRID - ESPAÑA

25 MAYO 2018

 

MARISOL MATARREDONA - TABERNES BLANQUES (VALENCIA)

 

El recinto poco a poco iba llenándose en su totalidad.
En esta ocasión la banda de Roger estaba formada por:
Joey Waronker - Batería
Jonathan Wilson - Guitarra y Voz
Gus Seyffert - Bajo y Voz
Dave Kilminster - Guitarra
Bo Koster - Organo Hammond y Piano
Jess Wolfe y Holly Laessig - Vocales
Ian Ritchie - Saxofón
Jon Carin - Teclados y Guitarra

En la pantalla de alta definición, una mujer sentada en una duna de cara al mar y espaldas a nosotros, amenizaba la espera para el comienzo del concierto, este empezó con 20 minutos de retraso.
 Se hizo la oscuridad, y  al son de la intro de "Speak to Me" la  pantalla comenzó a cambiar a colores rojos, una especie de meteoritos viajaban por el espacio mientras la banda iba colocándose en sus respectivos puestos, dando paso a "Breathe·, si he de ser sincera diré que la voz de Jonathan Wilson me pareció un poco pastosa, blanda sin fuerza.

 La tierra en forma de bola metálica, que se aleja por la Battersea Power Station, dió paso a "One These Days", tocada a dos bajos y con Jon Carin a la guitara slide, me pareció espectacular, incluso para mi gusto superó la versión original.
Llegó "Time"  una de mis canciones favoritas de Pink Floyd que con sus clásicos relojes girando en la pantalla nos vino recordar el paso inexorable del tiempo, a destacar las voces potentes de las coristas y el magnifico solo de Dave Kilmister.
De nuevo la guitarra slide nos introdujo esta vez en "The Great Gig in the Sky", la verdad la canción que menos me gustó del concierto, pues las voces de Jess y Holly, cambian por completo la partitura de esta bonita canción, cosa que no me gusta; yo quiero escuchar la entonación que le da  Clare Torry en la versión original.
A continuación con  "Welcome to the Machine" cumplí uno de mis deseos, volver a ver a Roger interpretar esta canción en directo, pues desde el año 2002 en el Palau San Jordi con la gira de In The Flesh? nunca ha estado incluida en el Set-List en los siete conciertos que he asistido en distintas giras.

 A partir de ahí, llegó la interpretación de los nuevos temas,  “Deja Vu”, “The Last Refugee” y “Picture That”, de estas tres la que mas me gusta y conseguí grabar, es "Picture That", en esta canción me encantaron los coros de Jess y Holly aunque no dejo de reconocer que el show dio un bajón, pues estos temas no arrastran a las masas.

El entusiasmo aumenta con “Wish you Were Here” coreada por el publico, y en la pantalla central dos manos que se juntan pero que se deshacen antes de lograr tocarse, a continuación “The Happiest Days of Our Lives” y las partes 2 y 3 de “Another Brick in the Wal.
Durante estas canciones aparecieron en el escenario un coro de niños vestidos con uniformes naranjas y capucha negra, imitando a los presidiarios de Guantanamo. Durante el solo de guitarra se quitaron el uniforme y debajo llevaban camisetas negras con la palabra RESIST.
Y así llegamos a un descanso de 20 minutos.
A continuación unas sirenas anunciaban que algo grande estaba pasando  y desde el techo del Wizink un mecanismo oculto por luces rojas parpadeantes estaba descendiendo y fue a pararse a solo unos metros de las cabezas de los espectadores de pista, poco a poco como por arte de magia fue emergiendo de abajo hacia arriba la Battersea Power Station, con sus chimeneas humeantes y todo.
Jonathan cantó "Dogs", con un timbre bastante similar a Gilmour y su melena al viento tal cual a imitación de David en su juventud,  varios miembros de la banda se enfilaron mascaras de perros y cerdos... Roger con una mascara de cerdo hizo de barman y sirvió copas de champan  para todos a poco levantaba carteles con criticas como: "Los cerdos gobiernan el mundo" o "Fuck the pigs" después Roger levanto su copa y brindo por todos los asistentes.
Con "Pigs" llegó el momento que me pareció el mas sublime del concierto, pues desde que vi a Roger en el Zócalo de México, venia soñando ver esto en directo, que decir de las imágenes de Trump en la pantalla que esta vez era la Battersea??  Y del cerdo volador?? Un disfrute total!!
Me encantó el sonido de la guitarra de Kilmister que para mi brilló como la mas fulgurante de las estrellas esa noche.
Di gracias a Dios por estar presente y poder escuchar esta canción, pues habíamos superado un gran problema de salud...de no haber sido así, no hubiéramos podido asistir al concierto.

El sonido de la caja registradora anunció que ahora venia "Money", la letra de esta canción escrita por Waters en el año 1973 está tan vigente ahora como entonces, para mi lo mas destacable fue el solo de guitarra y el del saxo de Ian Ritchie.

Llega la pausada y melódica "Us and Them" cantada por Jonathan, muy bien acompañado por Ian Ritchie al saxofón  y las voces de Jess y Holly.
El Show continuó con "Smell The Roses", otra canción del nuevo álbum de Roger

Gran ovación al sonar los compases de "Brain Damage", que empalma sin pausa con "Eclipse"...y ohh sorpresa aparece un prisma gigante tridimensional  formado por lasers que dan un aspecto irreal al escenario, y sobre los presentes, para después cambiar a los colores del espectro del arco iris, siendo atravesado por lasers de múltiples colores imitando y superando a la perfección la portada de "The Dark Side of the Moon"
Roger visiblemente emocionado nos dió las gracias por la calidez y el amor que la audiencia estábamos demostrando ..."en un mundo lleno de odio y maldad ésto es justamente lo que hace falta para acercarnos los unos a los otros", dijo... y muchas cosas más, que no pude entender por mi mal conocimiento del idioma ingles. A continuación uno por uno nos presentó a su banda.

Roger continuó con tres de sus nuevos temas "Wait For Her", "Oceans Apart" y "Part of Me Died", la verdad es que no me gustó que cuando estaba casi apunto de terminar el concierto, incorporase estas canciones del nuevo álbum, creo que le quitó esa parte de ir "In crescendo" los ánimos de los fans cuando ya ves que el concierto se acaba...me hubiese gustado más escuchar "Mother", esa fue la que cantó el día anterior en el mismo lugar.
Finalmente llegó el momento apoteósico con "Comfortably Numb", Roger iba de un lado al otro del escenario mirando a su público, y animándonos a cantar  y colaborar, brazos extendidos y manos en alto!! 

 Mientras en la pantalla las manos que en "Wish You Were Here" no conseguían unirse, ahora durante el solo final, se encuentran! Roger aprovecha estos momentos y baja del escenario para también dar la mano a unos cuantos afortunados de la zona Vip.
Mención de honor para Kilmister, espectacular con su guitarra! De lo mejor de la noche!
Después con el saludo de la formación, llegó el final del concierto. Ya con mis manos enrojecidas de tanto aplaudir, vi a un Roger un poco vacilante  bajarse del escenario.
 Ya en el silencio y la oscuridad de la habitación de mi hotel, no podía conciliar el sueño pues por mi cabeza iban y venían las imágenes y las emociones vividas en esa noche...y terminé preguntándome como siempre que voy a un concierto de Roger...será ésta la ultima vez que te vea en directo??


 

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