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PUBLICACION ROGER WATERS IS THIS THE LIFE WE REALLY  WANT ?

 

FECHA PUBLICACION 2 JUNIO 2017

Foto Ruta Floyd

 

 

1. "When We Were Young" (1.38)

2. "Déjà Vu" (4.27)

3. "The Last Refugee" (4.12)

4. "Picture That" (6.47)

5. "Broken Bones" (4.57)

6. "Is This The Life We Really Want?" (5.55)

7. "Bird In A Gale" (5.31)

8. "The Most Beautiful Girl" (6.09)

9. "Smell The Roses" (5.15)

10. "Wait For Her" (4.56)

11. "Oceans Apart" (1.07)

12. "Part Of Me Died" (3.12)

 

Roger Waters - Voz, Bajo y Guitarra Acústica

Nigel Godrich - Arreglos, Mezclas de Sonido, Teclados y Guitarra

Jonathan Wilson - Guitarra y Teclados

Gus Seyffert - Bajo, Guitarra y Teclados

Joey Waronker - Batería

Roger Mannning - Teclados

Lee Pardini - Teclados

Lucius  (Jessica Wolfe y Holly Proctor) - Vocales

Celia Drummond, Emma Clarke, Ingrid Schram, Jane Barbe, Kathy Somers, Rachel Agnew - Voces Grabadas

Producido y Mezclado por Nigel Godrich

Director Creativo: Sean Evans

Ingeniero - Nigel Godrich y Sam Petts-Davies

Estudios - United Recording, Five Star Recording, Electric Lady Studios y Wack Formula Studio

Arreglos de Cuerda - David Campbell y Nigel Godrich

Diseño Album -  Dan Ichimoto, Danny Kamhaji y Sean Evans

Masterizado por Bob Ludwig en Gateway Mastering

Vinilo Masterización por Barry Grint en Alchemy

SONY MUSIC

Todas las canciones escritas por Roger Waters, excepto Wait for Her (Waters, Mahmoud Darwish)

 

“Is This The Life We Really Want?” (¿Es esta la vida que realmente queremos?) es el nuevo álbum de Roger Waters después de la obra maestra que fue hace 25 años “Amused To Death”.


“Amused To Death”, último álbum hasta ahora de Roger Waters, exploraba entonces la cultura popular y el poder de la televisión en la era de la primera Guerra del Golfo en nuestras vidas en aquel entonces. Este nuevo álbum, que sigue la estela de aquel álbum, considerado por muchos uno de los mejores de Waters tanto en solitario como en Pink Floyd, nos adentra en los profundos cambios acaecidos en nuestras vidas desde entonces con la aparición de nuevos instrumentos que hacen, si es posible, ser más poderosas todavía aún más que la temida televisión de hace 25 años.


“Is This The Life We Really Want?”, es la pregunta que se hace Waters, y quiere que nos hagamos, sobre el mundo actual con unos tiempos convulsos y llenos de incertidumbre. Este álbum pretende ser un sucesor natural a los anteriores álbumes en solitario de Roger Waters como “Amused To Death” o “Radio Kaos” y de álbumes clásicos de Waters en Pink Floyd como “Animals” o “The Wall”.


“Is This The Life We Really Want?”,  ha sido producido y mezclado por Nigel Godrich, conocido sobre todo por sus trabajos con Radiohead e incluye 12 nuevas canciones conceptuales de Roger Waters. Junto a Waters y Godrich, en este disco, han participado Gus Seyffert (bajo, guitarra y teclados), Jonathan Wilson (guitarra, teclados), Joey Waronker (batería), Roger Mannning (teclados), Lee Pardini (teclados) y Lucius, Jessica Wolfe y Holly Proctor en (coros y voces). Roger Waters (voz principal, guitarra acústica y bajo) y el propio Nigel Godrich (arreglos, mezclas de sonido, teclados y guitarra) completan los músicos para este nuevo álbum conceptual de Waters.
El propio Waters reveló hace poco tiempo, que este no será un largo álbum como “Amused To Death”.

“Nigel Godrich sabe muy bien cómo frenar mis ideas. Yo quería hacer otro nuevo álbum largo, pero Godrich me dijo: ¿Cuánto tiempo dura Dark Side of The Moon?, dije, 38 minutos y algo. Hagámoslo así…”, recuerda Roger Waters.


El título de este álbum, “Is This The Life We Really Want?”, es un largo poema de Roger Waters que presentó a finales de octubre de 2015 en Nueva York y es el tema central de este nuevo trabajo. En el largo texto de la canción, Waters nos habla de “¿Es esta la vida que realmente queremos establecer a nosotros mismos en desacuerdo con las otras especies que no hacen mención de dioses? No creo que en general sea así…”.


La canción “Wait For Her” está inspirada en la traducción al inglés de Lesson From the Kama Sutra (Wait for Her) del fallecido poeta palestino Mahmoud Darwish en 2008 y firme defensor de la “causa” y de la nación de palestina.


La portada de este nuevo álbum de Waters, es parte de un video promocional donde se muestra un documento confidencial que está siendo redactado y divulga las liberaciones del gobierno de los Estados Unidos como peticiones sobre la Ley de Libertad de Información. Las palabras hablan de préstamos subprime y delitos en general, e incluye frases quijotescas como “el miedo conduce a los molinos” y yuxtaposiciones de las palabras “nincompoop” y “Big Pharma”. Cuando todas las frases son omitidas por un rotulador negro, revela el título del álbum.


Esta portada, tiene una semejanza a la portada de su segundo álbum en solitario de 1987 “Radio Kaos” con un código morse que desvela la frase central de ese álbum.  Evidentemente, los últimos trabajos de Waters, carecen de la imaginería de las de sus ex compañeros en Pink Floyd.


“Con este nuevo trabajo, quiero hacer ver el punto en que estamos viviendo la vida que realmente no queremos vivir. Me gusta pensar que la gente todavía le gustaría vivir en un mundo en el que podríamos hacer frente a los problemas del cambio climático y otros muchos, y en donde podríamos entender que si nos identificamos con los demás, nos haría sentirnos más felices.
Tal vez deberíamos empezar a buscar en los índices de felicidad en lugar de si gana o se pierde. Y si lo hacemos, entonces podemos empezar a entender que la idea de “nosotros y ellos” es en realidad una ilusión."
 Roger Waters.

OPINIONES

Si quieres publiquemos tu opinión sobre este lanzamiento, envíanosla a

rutafloyd@gmail.com

  • Juan K. Bigstraw

Es complicado hacer todavía una valoración, pero tras la primera escucha, la sensación inicial que da con muchos temas es que se desarrollan sobre ideas ya explotadas anteriormente, llegando en algunos momentos casi al auto-plagio (hay partes casi malladas a pasajes de Dogs, Pigs on the Wing, Welcome to the Machine, Sheep, Mother... etc. etc.). En ese sentido es casi una vuelta a su etapa final con Pink floyd mucho más evidente que en sus anteriores discos en solitario. Comparado con el "Amused to death" (en el que tocara Jeff Beck), lo primero que se echa en falta es la presencia de guitarra eléctrica, que brilla por su ausencia en casi la totalidad de los temas (creo que no hay ni un solo solo en todo lo que he escuchado). Hay bastante sintetizador y arreglos orquestales muy a lo Final Cut, pero bueno... es lo que hay... Es Roger Waters, ha sacado un disco con 73 años y a mí me gusta  :) :)

  • Rosa S.

Que difícil es digerir una primera escucha. He tenido acceso a escuchar el álbum desde ayer y quizás después de más de cinco escuchas diferentes me atrevo hacer, digamos no una valoración, sino un comentario sobre Is This The Life We Really Want?, el nuevo álbum de Roger Waters que se publicará mañana 2 de junio.

En ningún momento vamos a destripar canción por canción, porque es algo debe hacer cada uno personalmente, ya que cada uno tiene una diferente opinión de cada causa, ni hacer el típico corta y pega de comentarios diversos publicados en otra página, ni darle importancia a letras ni aspectos técnicos, sino simplemente los pensamientos viscerales que emergen de mi interior, en el aspecto musical.

Waters ha necesitado 25 años para grabar un nuevo álbum con 12 canciones, exceptuando temas como To Kill The Child, Leaving Beirut, Each Small Candle o Flickering Flame que ha ofrecido en cuentagotas durante estos años. O sea, ha estado la friolera de estar dos años para escribir una canción. Ha superado al bueno de Georgie Dann que está todo un año descansando para después grabar una vez al año "obras maestras" como El Chiringuito, La Barbacoa o El Negro No Puede.

Hay temas con un parecido asombroso a Have A Cigar o Raving and Drooling ( la primera versión de Sheep que está incluida en Wish You Where Here Immersion Edition). 

Y es también el álbum mas orquestal de Waters, superando a The Final Cut, que aunque está grabado bajo el nombre de Pink Floyd, para muchos está considerado su "mejor" álbum en solitario.

Muchos encontrarán parecidos a Dogs, Wish You Where Here, The Wall, al mencionado The Final Cut y a otros álbums, pero por supuesto a Amused To Death en efectos de sonido y aunque de cierta forma no tiene parecido, si una estructura argumental a Radio K.A.O.S, porque mencionando esta grabación hay algunos temas con un corte similar a Get Back To Radio y Going To Live in L.A., dos temas descartados para el álbum, pero que fueron introducidos en las caras B de los singles.

Pero quizás Waters donde más cómodo se encuentra es en su faceta de cantautor, la que descubrió en sus inicios en temas como Granchester Meadows o If  y continuó en temas como Flickering Flame.

El álbum carece prácticamente de un sólo de guitarra, por lo que sus detractores se les pondrán los dientes largos para desahogarse a gusto.

No hay que olvidar que Waters le da una importancia absoluta a las letras, y más en este álbum con un ataque más directo a la administración Trump o los problemas de las refugiados 

En la labor vocal me ha sorprendido, pues con su desgastada voz, aunque por supuesto hoy en día en los estudios hacen maravillas, hace un buen trabajo.

Y bueno, ahora existirán las controversias de siempre, unos que cuando alguien vuelve a sus raíces como en temas como Picture That o Smell The Roses que suena a plagio, a una copia, otros si muestra su parte más de cantautor, otros que no es sonido Floyd, otros que es una obra maestra, otros que es un disco anodino y aburrido....en fin, cada uno tiene que hacer su propia valoración y al escuchar el álbum, olvidar si esta firmado por Waters, sino escucharlo en su valor musical.

Para mi, el álbum hay que escucharlo al completo, en su valoración tanto musical como letrista y por ello me parece un gran álbum en tan pocas escuchas. No niego que como muchos soy amante del sonido de guitarra de Gilmour que brilla totalmente por su ausencia, pero, quizás haya recordar que como dijo el mismo David, Pink Floyd está muerto musicalmente y por ello, damas y caballeros, estamos escuchando solo a Waters, no queramos descubrir más.

Y mientras escribo estas líneas, sigo escuchándolo y cada vez me parece mucho mejor álbum. Déjá Vu me parece un tema impresionante.

  • Adrián Fernández

Es este el disco que realmente queríamos??

Parafraseando el titulo del disco de Waters me animo a decir que si. Me ha gustado. Me ha gustado mucho.

Lo he "aceptado" mucho mas fácil que los discos solistas de Gilmour, y eso que me declaro Gilmuriano a muerte!!

Creo que Waters no ha innovado casi nada. Suena como sus otros discos. Sin la calidad sublime de Amused para mi su mejor obra solista, ni de The Pros, es una buena continuidad de atmosferas y espacios Floydianos. Reconocible en sus melodias, en su voz, en sus efectos, y como no, en sus brillantes letras. 

Comprometido. Desafiante. Valiente. Con sus obsesiones de siempre. 

Con sus refrencias a la guerra, a los poderes, a la muerte.

Reconozco que luego de tanto tiempo podríamos esperar algo más, pero es que las obras de arte que hacian los 4 Floyd juntos ya no volveran.

He escuchado el disco completo muchas veces ya, cual fanático psicodélico, y puedo decir que cada vez le descubro algo más. 

Coros, sonidos, voces, ruidos de máquinas, y en algunas canciones me parece estar reviviendo grandes pasajes de The Final Cut, Animals, Wish Yoy were here...

Hay muchos momentos de una vuelta a los origenes... He hablado con mas floydianos y coincidimos en que hay temas que suenan mucho a Animals o a The Final Cut...

Déjà Vu es una canción extraordinaria. Musica y letra brillantes... Broken Bones combina un delicioso sonido de guitarra acústica y cuerdas mas teclados. The Most Beautiful Girl es una bonita balada. 

Las demás canciones con esas tipicas subidas de volumen y con Waters exprimiendo la voz. Me gusta la introducción con mucho ritmo Floyd de los 70 de Bird in a Gale. 

Smell the Roses  tiene puntos altos tambien.

Esta opinion no pretende ser una analisis profundo, ni mucho menos una critica especializada.

Tal vez no sea una obra maestra de la musica.

Pero puedo decir que es otro albun conceptual en la carrera de Waters que no me deja indiferente.

Que me da ganas de escuchar... Una vez más... Y otra...

  • Toni Marchante y Javier Marchante

25 años de abandono creativo poniendo pasión en rememorar el pasado, rememorar magnánimas obras, principalmente su Muro, su criatura más preciada, giras espectaculares paseando el muro por el mundo, invirtiendo medios en un espectáculo de imagen y sonido impresionantes. Tras el “Corte Final” de Pink Floyd cada componente tomó sus decisiones, pero Roger Waters tuvo claro que debía seguir el camino marcado en los dos últimos discos de la banda frutos de su atormentada mente creativa, tras varios discos en solitario y 25 años nos vuelve a ofrecer un nuevo álbum, quizás el más cercano a ese estado, hablamos posiblemente del disco de Waters más cercano a Pink Floyd, incluso más cercano que “The Endless River” el cd de sobras de sesiones lanzado por la propia banda en 2014.

El hecho de ser un tipo consagrado y de haber pertenecido a una de las bandas más grandes de todos los tiempos eleva la exigencia y pone el listón muy alto teniendo en cuenta lo difícil que es hacer algo nuevo y teniendo a sus espalda obras maestras como "The wall", "The final cut" o "Amused to death", entre otras muchas. La edad de 74 años también dice mucho de la capacidad de generar basada fundamentalmente en la experiencia. Uno de los elementos de actualización en el sonido es la labor de Nigel Godrich como productor, su experiencia con Radiohead ha servido claramente para entender y moldear el sonido que Roger deseaba para este álbum.

Para que Waters vuelva con disco nuevo después de 25 años es fundamental la motivación. El clima social y político actual provoca una reacción en alguien que siempre ha expresado sus sentimientos más profundos a través de la música. Es ahí donde Roger alcanza su máxima calidad compositiva, lo vimos en “The Wall” y eso se percibe en un disco conceptual de 12 canciones de corte más bien acústico, con arreglos de orquestación suaves y acertados. Se emplea mucho tiempo en las partes cantadas, evidentemente por la importancia de las letras siendo recurrente el que las melodías se conviertan en un vehículo para los textos. El recurso de canciones basadas en guitarra acústica resulta encantador dotando al trabajo de un estilo muy personal, con la instrumentación muy nivelada, probablemente porque Roger y Nigel lleven el peso de la misma y ahí quizás es donde encuentre el único punto negro. La baja potenciación emotiva en momentos puntuales, los pocos momentos instrumentales y sobre todo, el poco uso de la guitarra en momentos donde claramente se aprecia que la canción la demanda. No alcanzo a entender como Roger no ha echado mano en este disco de Dave Kilmister, el guitarrista que ha utilizado en su gira de The Wall , que seguro hubiera cosechado impresionantes solos para redondear este buen trabajo.

El disco comienza con “When we were Young”, la típica intro de Pink Floyd y Waters, con sonidos y voces hablando;¡Y que nunca falte un reloj!. Con el primer tema que nos encontramos es con “Déjà vu”, una canción que compuso anteriormente y que incluso interpretó en directo en 2014 bajo el título "Lay Down Jerusalem (If I Had Been God). Es uno de los temas fuertes del disco, tanto que podría formar parte perfectamente del "The final cut", las orquestaciones utilizadas en este tema y durante todo el trabajo nos recuerdan a la obra póstuma de los Floyd. “The last refugee” es una canción muy simple con ligeros arreglos donde el ritmo de la batería y la voz componen la parte importante de la canción, nos podría recordar a “Don´t leave me now". Destaca fundamentalmente la voz, con sus dos registros tan diferenciados, la voz grave frente a la alta y desgarradora, característico de Roger.

“Picture that” es puro Pink Floyd, multitud de sensaciones son las que nos hace percibir a los amantes de esta banda por el continuo repaso a los recursos ancestrales del combo británico con claras visitas a discos como “Animals” o Wish you were here” en el corte más largo del disco. “Broken bones” es otra de las grandes canciones del disco y ya la tocó en directo en 2015 bajo el nombre de “Safe and sound”, se configura dentro de los parámetros del "The final cut", dejando claro que las baladas acústicas son unos de los fuertes de este trabajo. “Is this the life we really want” puede que sea de las más flojas del disco, aunque la base armónica sea muy de rock sinfónico. Apenas tiene melodía; casi es la letra recitada aunque la referencia a los Floyd sigue sin desaparecer con esas líneas a doble voz. Continuando, es escuchar “Bird in a gale” y la sonoridad le delata, plagio absoluto de momentos del "The wall" y “Animals”, donde destaca la voz de Roger nuevamente utilizando recursos muy familiares como el eco en la voz que se queda durante varios segundos.

– The most beautiful girl: la única canción basada en el piano y en 3/4, estilo vals, quizás en este corte es donde Roger utiliza sus tonos más altos a la voz, sin llegar a los niveles de excelencia que podemos escuchar en el pinkfloidiano “The Final Cut”. “ Smell the roses” nos transporta descaradamente al "Have a cigar" del “Wis you were here”, se sale de la línea general del disco como ocurre con “Young lust” en “The Wall”, no desentona y le da un toque de variedad a la linealidad del disco. En un tema como este es donde echamos en falta un solo de guitarra típico que no llega, aunque eso sí, los coros son marca de la casa. “Wait for her”es otra de las joyas de este plástico, otra balada en la que el piano tiene protagonismo y que va preparando el final del disco, las referencias a “The Wall” son muy evidentes al estilo “When the tigers broke free” en los interludios para un excelente estribillo falto de intensidad sonora; un sonido de guitarra más contundente y un arrope y volumen más elevado en los teclados finales lo habrían elevado de los cielos al infinito.”Oceans apart” es un interludio acústico que nos lleva a “Part of me died”,una prolongación acústica de “Wait for her” que termina en reprise a modo de epílogo.

Este disco de Roger Waters es lo más cercano a Pink Floyd que podemos escuchar a día de hoy y posee mucho de los atractivos que dicha banda proyectaba en su momento. No está evidentemente al nivel de las grandes obras, pero con la oferta musical actual hablamos de un trabajo nada despreciable. Grandes canciones y críticos mensajes que nos invitan a la reflexión son siempre denominador común en las composiciones de Waters, quien comienza gira americana este verano, esperemos tenga tiempo para mostrarnos este su nuevo trabajo por Europa, porque a pesar de su edad, a Waters le queda cuerda para rato.

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