
Hoy hace cinco años del concierto casi íntimo para un poco más de cien personas de Nick Mason en el pub The Half Moon en Londres.
Unos cuatro meses antes de emprender su primera gira con el tour Nick Mason´s Saucerful Of Secrets, el batería de Pink Floyd actuó en dos pubs londinenses, Dingwalls y The Half Moon, para por una parte recordar sus inicios actuando en pequeños lugares y por otra apoyar a una la ley para proteger los locales en vivo de Londres, de la que participó en una manifestación a las puertas del Parlamento Británico.

Estar sentado en un pub normal tomando tranquilamente una pinta de cerveza y estar escuchando a Nick Mason ensayando en la puerta de al lado a unos cuantos metros, con Barrie Knight , seguridad en las giras de Pink Floyd y de David Gilmour junto a ti, es una sensación al mismo tiempo de extrañeza y de confortabilidad acostumbrados a ver a estos artistas actuando en grandes aforos.

Y después de un par de pintas entramos al pequeño recinto contiguo del pub donde nos colocamos de pie a lo más cercano del minúsculo escenario, prácticamente en primera fila, desde donde perfectamente se observaba todo el equipamiento de la banda, pedales, micrófonos, etc.

Pasada ya más de media hora aparecía Nick Mason con su grupo, compuesto entre otros por Gary Kemp (Spandau Ballet) y Guy Pratt, que no hace falta hacerle ninguna presentación.
Y empezar a escuchar los primeros acordes de Interstellar Overdrive, un tema que nunca pensé que algún miembro de Pink Floyd interpretaría en directo, en un aforo tan reducido, con un grupo que casi tocabas con los dedos, fue trasladarme a esos conciertos de los años 70 que solamente he escuchado citar de ellos.
Y después de este tema, ya doy paso a otros también inimaginables hasta ese momento poder escuchar como Lucifer Sam, Green Is The Colour y The Nile Song.